"DANDO PASOS DE FE"

1 REYES 17

“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.” 1 Reyes 17: 1.
¿Quién fue Elías? Un profeta enviado por Dios a Israel del norte para enfrentar el baalismo, en una de las épocas más oscuras del pueblo de Israel. Su nombre significa “Jehová es Dios”, su ministerio fue precisamente predicar y demostrar que solo Jehová es Dios y no hay otro fuera de Él.
¿Quién fue Acab? El rey de Israel que se casó con Jezabel, hija de un sacerdote de Baal. Juntos propagaron el culto a Baal y trataron de exterminar la adoración a Jehová, incluso persiguiendo y matando a los fieles.
¿Quién fue Baal? Deidad cananea y egipcia, según sus seguidores era hijo directo del dios principal. Lo representaban como un joven guerrero con un rayo en su mano, lo creían el dios de las lluvias y las tormentas. Su ícono era un toro joven (becerro) que simbolizaba la fertilidad. De este vocablo se deriva el nombre Belcebú príncipe de los demonios)
PRIMER PASO DE FE: LLAMARSE ELIAS. SEGUNDO: LLEVAR EL MENSAJE DE DIOS AL REY. Cada vez que alguien mencionaba el nombre del profeta Elías afirmaba aun en contra de su creencia y voluntad afirmaba que Jehová es Dios. “Jehová es Dios”, es decir Elías, llegó ante el rey con un mensaje de Jehová: “no habrá lluvia ni rocío en estos años”. Este corto mensaje quería decir, Baal no decide sobre la lluvia, solo Jehová es soberano, y Él ha dicho que habrá sequía, pues ustedes le dan el crédito a un dios falso. El solo hecho de presentarse ante el rey y decirle esto, fue dar un gran paso de fe, Elías estaba arriesgando su integridad, es más, seguir llamándose Elías ya representaba en si una osadía.
TERCER PASO DE FE. La persecución sistemática a los profetas de Dios era una realidad, por lo que Dios le dice a Elías que se oculte junto a un arroyo y espere allí para ser alimentado por cuervos. ¡Difícil de creer! No es lógico que esto ocurra, pero Elías le creyó a Dios. Estas aves le llevaban dos raciones de pan y agua al día.
CUARTO PASO DE FE. Al secarse el arroyo, Dios le ordena que vaya a Sarepta y que allí, para ser sostenido por una viuda. ¿A Sarepta? ¿Fuera del país? ¿Cerca de Tiro, el principal centro de adoración de Baal? ¿Sostenido por una mujer? ¿Qué además debe ser pobre y depender de la caridad? Si, exacto, allí Dios quería que Elías fuera a vivir. Y Elías fue.
QUINTO PASO DE FE: SEMBRAR FE Y DEPENDER DE UN SER DESVALIDO. Cuando Elías llega a la puerta de Sarepta, la sequía ya había arreciado, el alimento escaseaba y muchos padecían la hambruna. Elías encuentra una mujer que buscaba leña, le pide agua, ella se la da, luego de beber le pide un pedazo de pan. Esta mujer era la viuda de la que le había hablado Dios, la mujer había perdido toda esperanza de vida, pensaba que no tenía caso seguir luchando, seguro que había batallado mucho, solo le quedaba un poquito de harina y otro tantito de aceite. Sus planes fatídicos: conseguir leña, hacer alguito de pan, comerlo con su hijo y después ¡dejarse morir!
Estaba cansada de luchar, se había dado por vencida. Ya no quería seguir viviendo, entonces llega a su vida un varón de Dios pidiéndole de comer y diciéndole: “No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.” (V13-14)
La viuda creyó en la palabra de Dios, hizo lo que el varón de Dios le pidió “Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías” (V16)
SEXTO PASO DE FE: PEDIRLE A DIOS QUE RESUCITE A UN MUERTO. En el mismo territorio de Baal, Elías demostró que solo Dios es todopoderoso y misericordioso, oró con insistencia para que Dios resucitara al hijo muerto de la viuda y Dios lo escuchó.
Para practicar:
• Dios demandó diversas acciones en la vida de Elías, estos eventos o cambios en su vida requerían cierta dosis de fe, con cada paso, él se iba fortaleciendo para poder afrontar sucesos cada vez más y más desafiantes.
• La fe se parece a los músculos del cuerpo, esos ‘músculos espirituales’ o fe también necesitan ser ejercitados y nutridos con una buena dieta. Si mueves esos ‘músculos’ dando pasos de fe, estos crecerán y se harán más fuertes cada vez. Pero si no te alimentas y eres sedentario espiritual, estos ‘músculos’ se atrofiarán.
• La fe se ejercita cuando obedeces a Dios, cuando haces lo que Él te indica, pues al hacerlo, confías que Dios tiene control de la situación, de esa forma Dios actuará de manera maravillosa en tu vida, y aun a veces de manera milagrosa. Cada vez que veas la mano de Dios actuar en tu vida, tendrás gozo tremendo y tu fe crecerá.
• También ejercitas la fe cuando oras y miras las respuestas a tus oraciones. Por cierto, no olvides pedir más fe.
• Cuando lees Su palabra, la crees y decides practicarla, te provees de los nutrientes espirituales para que esos ‘músculos’ se hagan fuertes.
• ¡No se hable más! ¡A ejercitarnos! Si eres nuevo en esto, empieza con pasos pequeños y poco peso. 1, 2, 1, 2,…

TRANSFORMADOS PARA SERVIR.
JOSIAS I. GONZALEZ