"ORACIÓN CONTESTADA"

1 REYES 9

“Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia.” 1 Reyes 9: 3.
Que maravilloso debió haber sido para Salomón oír de parte de Dios la respuesta a su oración, parece ser que esta respuesta se dio a través de un sueño, pues la escritura dice que Jehová se le apareció por segunda vez, como en Gabaón.
No es la forma en que Dios contesta a Salomón lo que más llama la atención, sino el tiempo y la respuesta de Dios a esa oración. Dice Dios: “Yo he oído tu oración” ¿Cuál era esa oración? Pues, una hecha algo de tiempo atrás, cuando se inauguró el templo, hacía unos doce años desde esa oración. ¡Doce años para contestar la oración! Pues sí, Dios es soberano ya sabe cuándo, cómo y dónde contestar oraciones, es una de sus especialidades, contestar toda oración.
Ahora, para analizar la respuesta interesante es conocer cuál era la petición, en aquella ocasión Salomón pronunció varias oraciones, pero en una pidió algunas cosas específicas a Dios (Ver cap. 8: 22-55):
•1.Que Dios cumpliera la promesa hecha a David, padre de Salomón, consistente en que siempre hubiese un descendiente de David gobernando a Israel.
•2.Que Dios aceptara el templo construido por Salomón como un lugar especial para atender oraciones, ya sea de arrepentimiento o de peticiones.
Para la segunda petición Salomón mencionó muchos casos probables en los que solicitaba que Dios estuviera atento a quien orara en el templo, veamos algunos ejemplos:
•“Si el cielo se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres, tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.” (8: 35-36)
•“Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre… tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué.” (8: 41 y 43)
¿Cuál fue la respuesta de Dios?
•Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días. (V3)
•Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel. (V4-5)
En pocas palabras: petición concedida, pero con condiciones: Si Salomón y sus descendientes seguían el ejemplo de David, andando en integridad y obediencia, Dios afirmaría la dinastía, nunca faltaría un descendiente de Salomón que se sentara en el trono. Pero si ellos abandonaban a Jehová para servir a otros dioses, y dejaran de observar los mandamientos, Dios cortaría a Israel como nación y el templo sería desechado por Jehová, es decir destruido.
El relato bíblico nos cuenta algunas actividades posteriores al segundo encuentro de Dios con Salomón, las que destacan la construcción edificaciones como: la ampliación de los muros de Jerusalén, nuevas ciudades, zonas militares, almacenes, cuarteles para la caballería. Construyó y manejó una flota de barcos en el mar rojo con la asesoría y servicios de expertos fenicios enviados por Hiram. También se destaca en ese momento su reinado la celebración de las tres principales fiestas religiosas anuales.
Salomón recibió mucha ayuda de Hiram, rey de Tiro. En retribución, Salomón entregó a Hiram 20 aldeas norteñas, mostrando falta de aprecio a esta zona que formaba parte de la tierra prometida. Con este hecho y algunas muestras de egolatría en sus actividades se empiezan a encender los focos de alerta para su vida y su reinado.
Para reflexionar:
•Aunque a veces percibamos que Dios no oye, él siempre responderá la oración sincera de sus hijos.
•Dios es soberano, siempre responderá de la mejor manera y en el momento más adecuado.
•Para recibir de Dios algunas respuestas afirmativas, en ocasiones debemos cumplir la parte que nos corresponde.
•Dios sigue pidiendo las mismas dos cosas que a Salomón: fidelidad y obediencia.
•Muchos de nuestros sufrimientos son causados por el pecado, orar con arrepentimiento por perdón es el remedio.

TRANSFORMADOS PARA SERVIR.
JOSIAS I. GONZALEZ.